Aditivos: al servicio de la construcción
Los aditivos más comunes y quizá de mayor uso, en el ramo de la construcción, son los reductores de agua, retardantes, acelerantes, inclusores de aire, fluidificantes, inhibidores de corrosión, colorantes, etcétera.
Si bien es posible fabricar concreto sin el uso de estos aditivos, vale la pena mencionar algunos de sus beneficios: reducen el costo de la mezcla de concreto, otorgan algunas propiedades al concreto de manera más efectiva, incluso superando ciertas eventualidades durante las operaciones del colado.
En cuanto a la reducción de la relación agua-cemento: aceleran el desarrollo de resistencias a edad temprana, incrementan la resistencia de exposición o durabilidad del concreto y disminuyen la permeabilidad del concreto.
Los aditivos también aumentan la resistencia mecánica sin incrementar el consumo de cemento, incrementan la trabajabilidad de la mezcla regulando el tiempo de fraguado del concreto para facilitar su colocación, facilitan el bombeo.
Sus principales ventajas son la reducción de contracciones, de segregación y la disminución en la velocidad de pérdida de revenimiento.
La próxima vez que requieras un concreto con características específicas, recuerda que esa es la principal función de los aditivos.
Aunque los aditivos solo representan del 0.1% al 0.3% del volumen total de la mezcla, son capaces de modificar las características del concreto.